No podemos conocer, y eso ya esta claro en nuestro universo
presente. Entonces ya no podemos seguir hablando de un proceso cognitivo si no
hay gnosis. La historia del pensamiento del hombre no se desarrollo nunca
mediante certezas, fueron la creencia y la duda las que formaron y forman el
ciclo infinito que marca el construir y el habitar del hombre. Fue el aprender
las creencias para dudar de ellas y generar nuevas creencias que aprender lo
que nos llevo a dar un paso más al frente, o al costado si se quiere, o incluso
atrás.
La palabra aprender deriva de apprenhendere en latín que se forma del prefijo ad- (hacia) y el verbo prenhendere (atrapar), Es decir que en
su origen el aprender no implica un alcanzar un algo perseguido sino
simplemente un perseguir. Como un gato
al ratón, el hombre persigue constantemente el conocimiento y por su naturaleza
no puede dejar de hacerlo; pero debe aceptar el hecho de que debe conformarse
con el solo acto de la persecución, el camino hacia pues no hay un punto de
destino al cual pueda finalmente llegar. Al hablar de un proceso aprensivo,
aceptamos una evolución o un trayecto transitado pero al mismo tiempo un destino inalcanzable. Este pensamiento
puede parecer negativo, pero lejos de ello es realista. El negar nuestros
límites como seres finitos no nos convierte en positivos ni mucho menos. Todos
vamos a morir, y el aceptarlo no es angustia ni tampoco resignación, es
aprender sencillamente a vivir con lo que somos, Hombres; el ser humano finito
y racional.
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